Toca reiniciar, ¡con ganas!
A veces basta con pequeños detalles, incluso momentos fugaces, para recuperar el sentido y el valor que lo que realmente importa … No hay recetas mágicas, cada quien ha de encontrar lo que le hace sentir bien para renovarse porque el precio de no hacerlo es demasiado alto; se trata de alimentar la capacidad crítica para interactuar y transformar la realidad. Toca reiniciar, ¡con ganas!
A mí lo que me funciona es concentrarme, sentir intensamente la cercanía de las personas queridas, la poderosa energía de la naturaleza, dejarme atrapar por la inmensidad del mar … todo ello hace que emerja cual ave fénix, me ayuda a renovar energía, a separar la hojarasca del bosque y a asumir compromisos y perspectivas posibilistas.
En esas estoy, tras unos días de desconecte, de recarga vital y de replanteamientos varios 😉 Aquí os dejo algunas imágenes de momentos especiales, son de este verano y transitan entre: A Mariña Lucense Occidental con parada en O Vicedo, Viveiro, Ribadeo y la impresionante playa de As Catedrais; la poderosa cornisa de Estaca de Bares en la que confluyen las aguas del cantábrico y del atlántico y la singular Madeira, en la ultraperiferia de la Unión Europea; para acabar el recorrido en la bella y deteriorada Porto.
Es un recorrido energético y con un alto valor simbólico, y más aún en el momento actual.
Acantilados, aparentemente inaccesibles salvo por la resistencia activa a situaciones de vértigo; una zona castigada por el olvido de las políticas y el expolio que la codicia humana provoca, pero con una poderosa fuente de recursos naturales que, en ocasiones, muestra su capacidad regeneradora.
Auténtica resiliencia; el valor de lo próximo, de la conexión con el entorno y del aspecto relacional es lo que dan sentido a vivir en comunidad.
Pues eso, que vuelvo con las pilas cargadas y lista para la travesía por el otoño-invierno, sabiendo que, esta vez, viene aún más calentito y re-movido que el año pasado.